Todo empieza una vez
Que una malvada mujer
Al espejo preguntaba:
¿Quién más belleza aportaba?
Como no pudo soportar
La hermosura de Blancanieves a rebosar
Mandóla para matar a un cazador,
Pero éste no tuvo valor.
Entonces la malvada se fue disfrazada
Y allí aprovechó para darla, ¡malvada!,
Una manzana envenenada.
Blancanieves la probó
Y al suelo se desplomó.
Al ver esto los siete enanitos
Fueron a rescatarla como tontitos.
Cogieron y lanzaron a la bruja por un precipicio,
Llamaron a un príncipe y a éste les dijo:
“Un beso le tendrás que dar”
Éste sin pensarlo, un beso le lanzó
Y Blancanieves de repente se levantó.
Se marcharon juntos a caballo
Y no pararon hasta que cantó el gallo.
Miriam García-Rojo Hernández, 1º ESO B.- Ies Fuensalida.
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