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jueves, 21 de febrero de 2013

CAÑOS DE MECA, POR LUCÍA GARCÍA-ALBI



Caños de Meca es un pequeño pueblo que se encuentra en Cádiz, en el que paso parte del verano. Cuando estoy allí, desde casa puedo oír el sonido de las olas balanceándose y puedo ver los peces en el agua. Cuando te acercas al faro de Trafalgar y tocas la suave arena notas la frescura de estar en una playa y sin preocupaciones.

Lucía García-Albi, 2º ESO B

martes, 19 de febrero de 2013

¿DE QUÉ OBJETO SE TRATA?, POR GEMMA DE ORBE




Veo un trenzado difícil y elaborado de hilos de una extensa gama de colores. No oigo ni el más mínimo pisar por la  ausencia de sonido. De olor hogareño a dulces y gusto acogedor y cálido que protege del frío los días de invierno súper penetrantes. Es simplemente un dulzor notar un tacto suave y delicado. 
Gemma de Orbe, 2º ESO B

DESCRIPCIÓN CON LOS CINCO SENTIDOS, POR GEMMA DE ORBE





La plaza mayor, lugar de compraventa de cacharros diversos y de agobio imperdonable, es la más céntrica explanada madrileña. Al pasar por este sitio hueles el aroma atractivo de los insuperables bocadillos de calamares, típicos de la ciudad. Se oyen gritos, cuchicheos y alguna que otra regañina para un niño rebelde. Abriéndote hueco entre la agrupación masiva de gente, no es posible evitar ver aquellas caras traviesas que se disputan el ganar o perder entre risas y piques. La plazoleta se caracteriza por un gusto activo, fruto de las prisas de compradores y visitantes cuyo fin es ir a la velocidad de la luz. No obstante, es de tacto rugoso y llamativo por ser completamente desigual y poseer una variedad infinita de tonalidades.
 Gemma de Orbe, 2º ESO B

domingo, 17 de febrero de 2013

DESCRIPCIÓN CON LOS CINCO SENTIDOS, POR LUIS CREUS



En este paisaje se pueden oler y percibir mediante el oído y el tacto tanto la humedad del ambiente, que por las noches puede resultar heladora, como los grillos de la noche y el murmullo de las olas del mar. Si tocas las algas que se amontonan en la orilla haciendo montoncitos, tus manos luego huelen a mar y si las chupas, saben a sal. Todo lo que tus ojos pueden ver es ese mar azul y enorme y de vez en cuando algún delfín o buque en la lejanía. Los cinco sentidos realizan su función de una forma increíble en Finisterre. El tacto, el oído, el olfato, la vista y el gusto.
Luis Creus, 2º ESO B

DESCRIPCIÓN CON LOS CINCO SENTIDOS, POR ANTHONY JAPÓN


Observo un cielo claro, justo en el momento del atardecer, sorprendente. Noto el suave tacto de la arena y el agua que lo hace agradable, un olor a naturaleza, la palmera y el mar azul, reflejan un bonito paisaje. El gusto es dulce, solo con ver esta impresionante playa y por último escucho el sonido de las olas que llegan lentamente hacia una pequeña parte de la arena. Sencillamente agradable.

Anthony Japón, 2º ESO B

DESCRIPCIÓN CON LOS CINCO SENTIDOS, POR NATALIA LORENZO



Siento al tocarla que es cálida y suave, se pueden observar todos los maravillosos colores en sus chinitas: negro, blanco, marrón, pero todo su conjunto crea un espectacular tono entre crema y grisáceo en el que las olas del mar, al pasar por encima, crean sonidos relajantes, que a su vez ella, al caer, complementa. Como cuando dos niño pequeños se rebozan en ella y sin querer la tienen en su boca, no sabe a nada y apenas huele, pero puedes saber que la estás tragando por su particular sonido al romperse y por su olor a mezcla con agua salada.
Natalia Lorenzo, 2º ESO B

DESCRIPCIÓN CON LOS CINCO SENTIDOS, POR NACHO JIMÉNEZ



Contemplo el precioso atardecer en la playa de Cádiz, con el puerto a lo lejos y el intenso olor a mar que se transmite por la suave brisa de la costa. Siento los ruidos de las olas rompiéndose y convirtiéndose en una espuma que te baña los pies en la orilla. La sensación de ser alguien diminuto en el increíble océano, la paz que sientes al ver al sol abandonarte para dar paso a la fresca noche, el coger la arena con la mano y ver que se te escapa entre los dedos, como ocurre con el tiempo cuando te encuentras allí, en la preciosa playa de Cádiz.
Nacho Jiménez, 2º ESO B

DESCRIPCIÓN CON LOS CINCO SENTIDOS, POR LUCÍA GILI



Por la noche escucho como mi padre prepara la cena, el sonido del cuchillo partiendo patatas, el microondas, la tortilla cayendo en la sartén y empieza a llegar un olor de aceite y huevo irresistible. Cuando ya está hecha, todos a la cocina y sobre la mesa ese delicioso y amarillo manjar que vamos a devorar. Antes de nada, sin que nadie me vea, cojo un trozo con la mano y aprecio ese tacto rugoso y caliente que tiene, me lo meto en la boca y la saboreo comparándola con otras tortillas como la de la abuela.
Lucía Gili, 2º ESO B

miércoles, 13 de febrero de 2013

MI CALLE, POR ALEJANDRO PÉREZ



Veo mi calle vacía en los días de frío, con colores apagados del invierno a pesar de que es una calle espaciosa, solo veo formas tristes y una calle muy sola. Puedo notar el gusto dulce de los días de verano en que jugábamos en la calle hasta que se hacía de noche, hoy siento un gusto amargo al ver la calle vacía, al ver que no está llena de alegría. Recuerdo el olor del aire fresco en las mañanas de verano que pasábamos en la calle, hoy huelo el humo de las chimeneas que dan calor a las casas. Noto un tacto suave que recuerda todos los buenos momentos. Oía sonidos alegres de mis vecinos charlando, hoy solo oigo el viento frío del invierno.

Alejandro Pérez, 2º ESO B

miércoles, 6 de febrero de 2013

DESCRIPCIÓN CON LOS CINCO SENTIDOS, POR JAIME VICENTE


Es incolora e inodora, pero sin embargo imprescindible, todos desean verla, encontrarla en otros lugares o planetas para huir de éste del que somos esclavos.
También tiene un tacto... ¿cómo describirlo? Un tacto fresco, como de hielo derretido y un manjar para nuestras papilas gustativas, aunque insípida pero, tal vez sea la sustancia que más placer da, es por eso que cualquiera de nosotros quitaría una vida por ella, una o las que hicieran falta porque repito, es imprescindible. 

Jaime Vicente, 3º ESO A

domingo, 3 de febrero de 2013

EL ARTISTA, POR ANA VILLANUEVA


El pintor Antonio López en una imagen de la película 'El sol del membrillo'

Alzó su vista al lienzo frunciendo el ceño, los colores reflejados en su retina. Por mucho que lo intentara, no conseguía darle a su azul el tono vivo que necesitaba. Volvió a coger su pincel, hundiéndolo suavemente en el aguamarina de su paleta caoba. Toda la habitación olía a aceite de linaza, inundada por la agria esencia del óleo recién pintado. En el silencio sólo de oía el movimiento de su pincel, rasgando el lienzo como dedos que rasgan las cuerdas de un arpa. Se llevó la mano al mentón volviendo a estrechar su mirada, esta vez sin molestarse en soltar el pincel. Podía sentir el frescor de la pintura secándose lentamente en sus manos y ropa, impregnándolas de su sabor amargo. Sus cinco sentidos estaban puestos en aquel cuadro, como cada vez que pintaba algo: Se sumergía en los colores, en las formas, en la textura del lienzo, mezclándose con él; y no había nada ni nadie capaz de sacarle de allí. Podía sentir la brisa del paisaje que estaba pintando, alborotándole el cabello y las ropas; podía oler la fragancia de aquel pinar lejano, podía sentir en su boca el sabor dulzón de aquellas jugosas frambuesas rojizas, podía oír el murmullo de aquel río que no conseguía pintar, y era capaz de observar cada detalle de cada hoja en el interior de su cabeza. Mucha gente decía que era un genio; que ninguna persona era capaz de pintar de esa manera. Pero él no era una persona: él era un artista.

Ana Villanueva, 3º ESO B

LAS CROQUETAS, POR BLANCA ALONSO



Ese olor a frito que te llega desde la cocina es un buen indicio de la gran cena que te espera. Entras a inspeccionar y te das cuenta de que todo lo que habías pensado era cierto, ves esas masas ovaladas de color tostado que desprenden un olor delicioso. No puedes esperar a probarlas así que sin que nadie se dé cuenta entras sigilosamente a la cocina y coges una con la mano apreciando así su alta temperatura y tacto áspero. Al morderlas despacio tras oír un pequeño crujido del rebozado llegas a la mejor parte, el interior cremoso proporcionado por la mantequilla, con un ligero toque de jamón y cierto sabor a pollo que hacen de este plato un bocado completo y exquisito. Una mezcla de sabores que es un auténtico disfrute para cualquier paladar.
Blanca Alonso, 3º ESO A

DESCRIPCIÓN CON LOS CINCO SENTIDOS, POR MARTA LÓPEZ



Es antiguo, al tocarlo puedes notar su textura rugosa, fría y dura. Tiene numerosos arañazos y grietas por el paso del tiempo, como si de un anciano se tratase. Sus costuras, ya deshilachadas, cuelgan sutilmente, como finos mechones de cabello dorado. Al abrirlo, sus hojas desgastadas y amarillentas, su penetrante olor papel antiguo y su sabor añejo,  te invitan a sumergirte en él, a perderte frente al fuego, cálido y confortable, mientras la lluvia cae en las aceras de la ciudad, solo él y tú, tú y él. Y por un momento, se transforma en el centro de tu universo, nada más importa. Y así, tan solo escuchando el ronroneo de la lluvia caer, y el suave sonido del pasar de las hojas. Ya estás dentro de él. 

Marta López, 3º ESO B
 

LA VIDA DE LA MIEL, POR ANDREA LANSEROS

La miel, fruto del trabajo de las abejas ajetreadas zumbando sin cesar. Las veo con sus trajes de colores anaranjados y negros, y con sus pequeñas alas revoloteando las olorosas flores de diversos colores para poder alcanzar los granos de polen.
Con ellos fabricaran la dulce y amarronada miel, esa misma miel pegajosa y viscosa que al envasarla y empaquetarla eres incapaz de no probar.

Andrea Lanseros, 3º ESO B