Veo
París, sus calles bonitas y alegres, entonces sucias en muchos de sus rincones.
Puedo percibir un fuerte olor a alcantarilla, mas también a aire puro. Noto un
fuerte sabor a acidez en la boca, debido al olor a orina que las invade
constantemente. Siento el contacto de mis zapatos contra el suelo adoquinado e
irregular. A mi paso por cada calle oigo niños llorar desconsolados, madres
suplicar compasión y hombres desesperados.
María de Benito, 3º ESO B
No hay comentarios:
Publicar un comentario