Veo mi calle vacía en los días de frío, con colores apagados del
invierno a pesar de que es una calle espaciosa, solo veo formas tristes y una
calle muy sola. Puedo notar el gusto dulce de los días de verano en que jugábamos en la
calle hasta que se hacía de noche, hoy siento un gusto amargo al ver la calle
vacía, al ver que no está llena de alegría. Recuerdo el olor del aire fresco en las mañanas de verano que pasábamos
en la calle, hoy huelo el humo de las chimeneas que dan calor a las casas. Noto un tacto suave que recuerda todos los buenos momentos. Oía sonidos
alegres de mis vecinos charlando, hoy solo oigo el viento frío del invierno.
Alejandro Pérez, 2º ESO B
No hay comentarios:
Publicar un comentario